Teo-discencracia
No es de extrañar para muchos que en estas fechas en América Latina se recuerdan los aires y aniversarios independentistas, bicentenarios, y de la mano de estos los típicos discursos del "rescate de tradiciones culturales", de la "valoración de las etnias y las minorías". Ellos marcan muchos de los elementos constituyentes para diferenciarnos de los países vecinos y, por añadidura, conformar la identidad nacional. La pregunta en estos días es ¿cuál ha sido el aporte real y concreto de la evangelización en estos países bicentenarios?
Si comenzásemos a analizar la evangelización en América fue valiente, el mensaje de Jesucristo iluminador para todos y todas las personas que recibieron el mensaje, claro eso sería muy ingenuo y a la vez superficial. El contenido siempre ha sido el mismo, Jesucristo muerto y resucitado, salvador de los hombres, el problema fue quien contenía el anuncio, o mejor dicho quién anunció este mensaje, si vemos con detención la cruz fue de la mano con la espada, la imposición nos llevó a la visión de un Cristo humillado y resignado, siervo sufriente y doloroso, esa imagen sigue presente hasta el día de hoy. Muchas de las órdenes mendicantes venían, de buena fe, a ayudar a aquellos que son postergados, pero también reforzaron la imagen del sufrimiento, dolor y pobreza, dejando a las clases dominantes, aristócratas, con aquellos beneficios que traía el poseer territorios.
Esta historia es la que se repite a lo largo del pasar del tiempo. Ahora bien, con los aires independentistas del siglo XIX se mantuvo, lamentablemente la dependencia de las imágenes de autoridad y de dependencia (patrón - peón, señora - criada). Puede que esta imagen se siga replicando hasta el día de hoy, de forma más sutil, pero en que Di-s acompañe a los más favorecidos.
Si ese Di-s es que se hace presente en América no es el Di-s de Jesucristo. Las ideas sobre Di-s son más grandes que Di-s mismo en nuestra cultura ¿hasta cuándo seguiremos endiosando ideas?
Esta historia es la que se repite a lo largo del pasar del tiempo. Ahora bien, con los aires independentistas del siglo XIX se mantuvo, lamentablemente la dependencia de las imágenes de autoridad y de dependencia (patrón - peón, señora - criada). Puede que esta imagen se siga replicando hasta el día de hoy, de forma más sutil, pero en que Di-s acompañe a los más favorecidos.
Si ese Di-s es que se hace presente en América no es el Di-s de Jesucristo. Las ideas sobre Di-s son más grandes que Di-s mismo en nuestra cultura ¿hasta cuándo seguiremos endiosando ideas?
Saludos, estimado amigo Cristián. Hace tiempo que no comentaba porque por los estudios y las festividades estuve desconectado del internet. Pero acá estamos nuevamente. El escrito que nos regalas me parece muy interesante, porque de paso, nos deja algo de historia; muy olvidada por lo demás. Eso de endiosar las cosas, uf, muchas personas lo hacen... y yo creo -es una apreciación personal- que seguirá pasando.
ResponderBorrarTe dejo un abrazo esperando que te encuentres bien.
Nos vemos.
Gracias por tu comentario, ésta es la primera parte de un trabajo que estoy desarrollando a partir de la historia de la fe en América Latina, muchos se han referido a la teología latinoamericana, pero ¿qué pasa a partir del mismo descubrimiento de América, las ideas que tenían los mismos aborígenes? Ante esto es necesario ver cuál es la visión de Dios que se vivía en los orígenes.
ResponderBorrarCristiano,
ResponderBorrarSalve Maria!
Sou Brasileiro e encontrei seu blog por um acaso. gostei muito do estudo em questão e saiba que estarei a partir de hoje aqui para acompanhar.
Soy brasileño y me encontré con tu blog por casualidad. Me gustó mucho el estudio en cuestión. A partir de hoy a seguir.
Perdón por mi Español limitado!
Jefferson Nóbrega
Pax et bonvs.
Gracias Jefferson por tu comentario, doy gracias a Dios que se pueda seguir profundizando en el camino de la vida de fe. Un gusto recibirte en la Lengua de Cervantes y Neruda.
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