Vía Crucis en una pantalla

En el colegio en que trabajo tenemos por tradición, como parte de la catequesis familiar, desarrollar un Vía Crucis; la idea es acompañar mediante la oración, el canto y el silencio el camino de las catorce estaciones que llevaron a Jesús hacia el sacrificio de la cruz. Al parecer todo estaba listo y dispuesto para desarrollar este bello acto sacramental, hasta que me di cuenta de un hecho que me llevó a una reflexión: Hoy el Vía Crucis del Colegio estaba siendo grabado en las pantallas de los teléfonos inteligentes.
Me llamó mucho la atención, y casi con algo de ironía pensé: si hasta en las graduaciones no se dan cuenta del momento en que se gradúa su hijo ¿en qué momento se darán cuenta de la Pasión de Jesús?

Hoy en día todo está siendo traspasado a la pantalla, parece algo normal, pero muestra la pobreza de nuestra propia experiencia, la falta de atesorar lo que se vive en nuestro corazón. Esta tendencia empobrece los relatos y simplifica las relaciones, dotándolas simplemente de vacío: sin contenido. En semana Santa, los cristianos criticamos abiertamente que los no creyentes usen estos días para descansar, nadie pidió esa crítica ni tampoco es un lujo, y mucho lo relacionan con las vacaciones; pues estos papás que fueron a esta actividad lo tomaron como algo turístico, pasaron a ver el destino, pero no se detuvieron en el camino, tomaron la foto pero no vivieron el momento que contiene esa foto.

Como teólogo y hombre de fe me viene a cuestionar cómo es que la labor pastoral que realizamos en el equipo no ha llegado a percatarse de estos momentos. Es una verdadera re-educación de la fe: amar, vivenciar y compartir la experiencia cristiana.

No soy contrario de no tomar fotos, de lo que sí soy contrario es que no se puede transformar a las celebraciones sacramentales en un simple acontecimiento social o teatral, quedándonos en la forma y no en el fondo que le da cuerpo a esa forma.

Y luego me hago esta pregunta: si en la época de Jesús hubiera habido la tecnología de información que tenemos hoy en día, todavía estaríamos esperando la resurreción de Cristo, porque por medio de pantallas no se logra la contemplación en la inmensidad del amor de Dios, en una foto no se capta todo el horizonte del océano, mucho menos el horizonte del mensaje de Cristo.

Hoy al escribir estas líneas concluyo con lo que me dijo mi director:
- Cristian, ¿tomaste fotos del vía crucis?
- No, porque lo importante era vivir ese momento, no tomarle a las escenas.
- Y ¿no le encargaste a nadie que tomara fotos?
- No, porque los que vienen se encargan de tomar fotos; nosotros en cambio, cantamos y oramos con el camino de la cruz.
- Hoy es importante que le tomes fotos, así la gente sabe lo que hacemos.

Comentarios

Entradas populares

Está escrito