De Oriente Vinieron Unos Sabios

Junto con desearles a todos ustedes unas felices fiestas de Epifanía, que ya en post anteriores he escrito sobre tan maravilloso acontecimiento que abre la salvación a los hombres y mujeres que buscan a Dios. Lo que me motiva a escribir el día de hoy es otro acontecimiento, otra Epifanía, una manifestación de la crueldad del hombre.

Son aproximadamente las 16:15 hora de Chile (GMT-4), y vengo a enterarme por las noticias que ha comenzado la invasión israelí a la franja de Gaza ¿qué futuro se está asegurando? ¿De qué seguridad me están hablando?

Justo mañana se celebra la fiesta de la Epifanía, o la Pascua de los Negros, o la fiesta de los Magos ¡De Oriente! Es la historia que todos los cristianos hemos escuchado una y otra vez del Evangelio de Mateo, aquellos extranjeros que reciben y acogen a Jesús. Ya vimos que Jesús no fue recibido adecuadamente por los suyos, y son los despreciados, y los desplazados quienes de verdad acogen el mensaje salvador. Los Sabios de Oriente se presentaron con Herodes, y por medio de éstos el rey de Israel se enteró del nacimiento de su mayor amenaza (un pequeño niño envuelto en pañales que había nacido no hace mucho tiempo).

Si se hubiese repetido esta historia el día de hoy, aquellos hombres de oriente hubiesen sido vistos como subversivos, agresores de las tradiciones, que llevan a la revolución. Las autoridades israelitas les hubiesen lanzado toda la artillería liviana, y los hubiesen expulsados de sus territorios, junto con estas medidas tomadas, también les cerrarían las fronteras; y para que no quepan dudas les hubieran levantado muros que no alcanzasen a ver la luz que nace de lo alto. No nos olvidemos que la paz es fruto de la justicia, y la justicia brota de la verdad.

No nos olvidemos que la Historia de la Biblia tiene muchas intervenciones de los "vecinos", que ayudan a los patriarcas a vivir como forasteros en esta tierra, que Dios no les manda conquistar, sino que se las entrega como don para administrar. Israel tiene que recordar que los regalos que entrega Dios no se reclaman, y que por sobre todas las cosas, se tienen que compartir.

De oriente vinieron unos sabios, y ellos lo que hicieron con esa familia excluida de Israel, fue compartir sus riquezas con aquel que, siendo rico, se hizo pobre como nosotros.

Comentarios

  1. Anónimo9:45 p.m.

    Muy bueno.
    Muchas gracias por la fe (en tiempos del dios nihil) y por la lucidez (en tiempos del dios a-logos)

    Un gran abrazo

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