Cuando La Familia Calla, Cae

El día sábado recién pasado, en el colegio se organizó una actividad de Cine Foro en que tratamos el tema de la violencia intrafamiliar. Fue una experiencia bien especial, ya que habían inscritas alrededor de unas cien familias para asistir, pero como ocurre en este tipo de actividades llegaron solo veinticinco. ¿Fracaso? Todo lo contrario, puesto que las personas que fueron se encontraron con algo más que una película (a todo esto, la recomiendo mucho, se llama "Cicatrices", producción mexicana que habla abiertamente de lo que ocasiona los "pequeños gestos" que destrozan a las familias).

El foro estaba organizado por mi colega de básica, con el auspicio de Teaching for Peace, del Museo del Holocausto de Houston Texas, con el proyecto Mariposas. Éramos tres panelistas, el responsable para Teaching for Peace en Chile, Tulio Astudillo; la psicóloga y profesora de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Daniela Hernández, y yo, en mi calidad de teológo y profesor. Es increíble que cuando los padres se reflejan ante pequeñas palabras y gestos que generan la violencia escolar (que hoy estamos conociendo como bulling, grooming), decantan a partir de los pequeños gestos que vienen de la familia, y que la palabra amor está deformada por el egoísmo, los intereses personales, y una mala concepción de los derechos de las personas.

Después de tres horas, y de éstas una hora de conversación, nos quedamos con la sensación que hoy en día los gestos de violencia son los mismos que se dieron años atrás en el Holocausto Judío, las grandes víctimas siguen siendo hoy los niños, que replican el dolor y el sufrimiento de sus familias que se separan, ya no por una ideología nazi, sino por el dolor de las peleas, gritos y golpes de los padres. ¿Cuál es el compromiso que tiene hoy la familia? ¿Qué tipo de familia se está generando hoy en día que a largo plazo los valores ya no son lo esencial, y que la conversación, el diálogo y la escucha ha sido reemplazado por saciarse con objetos que a la larga manifiestan más todavía el vacío de la incomunicación? Pero no hay que desesperarse, siempre hay un momento para cambiar esta situación. Los gestos más simples son los que generan los grandes cambios, cuando de verdad la familia está ahí presente los hijos tienen más y mejores herramientas para saber vivir. Una de las palabras que más resuena en esta conversación del foro era "crear puentes", volver a comunicarse, en el fondo es volver a la comunión.

El responsable para Chile, nos comentó al final que son muy pocos los que se atreven a hablar en los colegios de "Violencia Intrafamiliar", puesto que este tipo de agresiones se mantiene en silencio. La verdad es que cuando se destapan estos problemas del día a día, se pueden sanar.

El refrán dice que no hay peor ciego que el que no quiere ver, y lo mismo ocurre con las familias, cuando se ciegan y no quieren reconocer su problemas, genera que ocurren las divisiones, los quiebres familiares y el divorcio. Recordemos que los más afectados, no son los cónyuges, sino que son los hijos.

Oremos y actuemos para que la familia no se desgranen y sigan siendo verdaderos lugares del desarrollo de las personas y semillero de los derechos que tanto hemos luchado en todos estos siglos.

Comentarios

  1. Muy interesante la entrada. Pasaba para actualizarme con tus temas.
    Abrazos
    Una de las entradas está enlazada al recuento

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  2. Anónimo1:13 p.m.

    alguien conoce una lista formal sobre los numeros,direcciones, y todos los datos necesarios de los centros de acogida que tanto nombran?..si una mujer es golpeada..a quien se dirije? si se debe ir de su casa a quien recurre?si teme denunciar ..pero quiere irse ya del lado del maltratador..hay algo asi como una lista donde ella pueda informarse que centro le conviene por cercania, requisitos o lo que sea?

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