Apariencias
Cada vez que hay escándalos acerca de los abusos de religiosos a menores de edad se da una suerte de persecución, investigaciones y juicios. No defiendo a los ejecutores de tales aberrantes actos; pero, el juicio en que hablan y critican sin reflexión seria a las autoridades de la Iglesia, hacen que se pierda la credibilidad. Es fuerte pensar que las personas que más critican sobre la Iglesia, es la primera que se acerca cuando está con dificultades y problemas.
Siempre han habido críticas en torno a las autoridades eclesiásticas, si bien es cierto en los últimos años han sido varios cientos los casos de sacerdotes que han caído en el tema de la pedofilia, se dan con fuerza otros testimonios de sacerdotes que mueren defendiendo su fe en medio de un mundo que piensa que ya no es necesario predicar y anunciar a Jesucristo.
La crítica más grande es que la Iglesia es una construcción mutua, que se va desenvolviendo a lo largo de la historia, pero que pareciera ser que la corresponsabilidad ha sido mermada en estos últimos años. Si Pío XII ya hablaba que la Iglesia era el cuerpo místico de Cristo (Mystici Corporis Christi, 1943), formamos un sólo cuerpo, tanto los sacerdotes y los laicos somos miembros de un mismo cuerpo que ha de cuidarse mutuamente, en imitación de la actitud de Cristo frente a su Esposa, la Iglesia.
Es realmente triste y preocupante que se nos olvide que somos parte de la Iglesia, y que formamos parte de la misma, claro podemos pensar que los sacerdotes tiene una responsabilidad jerárquica, y que ellos tanto dentro del presbiterio y como fuera de ellos siguen siendo sacerdotes, es un sacramento y un llamado, no una profesión (como lo piensan varios católicos), de ahí que el cuidado que debemos tener los cristianos por el cuidado de los sacerdotes es muy fuerte. A veces, la soledad que viven los mismos vicarios de Cristo es muy dolorosa en varios casos, especialmente cuando esperamos recibirlo todo de ellos. Es necesario proteger a aquellos que quieren protegernos, ellos que tienen que hacer presencia presente de Cristo suelen sufrir con mayor dolor la incomprensión de aquellos que dicen ser fieles al Maestro.
No sería bueno, aparte del tema disciplinario, tratar el tema afectivo frente a nuestros sacerdotes, dejar de lado las apariencias, y tratar de estar con ellos, más que una colonia, un par de zapatos o una camisa o cáliz, compartir con ellos su oración, orar por ellos y hacer presencia presente del cuerpo que es el laicado con ellos. Dejemos de lados estas apariencias y seamos verdaderamente lo que significa la palabra laico (seguidor fiel).
La crítica más grande es que la Iglesia es una construcción mutua, que se va desenvolviendo a lo largo de la historia, pero que pareciera ser que la corresponsabilidad ha sido mermada en estos últimos años. Si Pío XII ya hablaba que la Iglesia era el cuerpo místico de Cristo (Mystici Corporis Christi, 1943), formamos un sólo cuerpo, tanto los sacerdotes y los laicos somos miembros de un mismo cuerpo que ha de cuidarse mutuamente, en imitación de la actitud de Cristo frente a su Esposa, la Iglesia.
Es realmente triste y preocupante que se nos olvide que somos parte de la Iglesia, y que formamos parte de la misma, claro podemos pensar que los sacerdotes tiene una responsabilidad jerárquica, y que ellos tanto dentro del presbiterio y como fuera de ellos siguen siendo sacerdotes, es un sacramento y un llamado, no una profesión (como lo piensan varios católicos), de ahí que el cuidado que debemos tener los cristianos por el cuidado de los sacerdotes es muy fuerte. A veces, la soledad que viven los mismos vicarios de Cristo es muy dolorosa en varios casos, especialmente cuando esperamos recibirlo todo de ellos. Es necesario proteger a aquellos que quieren protegernos, ellos que tienen que hacer presencia presente de Cristo suelen sufrir con mayor dolor la incomprensión de aquellos que dicen ser fieles al Maestro.
No sería bueno, aparte del tema disciplinario, tratar el tema afectivo frente a nuestros sacerdotes, dejar de lado las apariencias, y tratar de estar con ellos, más que una colonia, un par de zapatos o una camisa o cáliz, compartir con ellos su oración, orar por ellos y hacer presencia presente del cuerpo que es el laicado con ellos. Dejemos de lados estas apariencias y seamos verdaderamente lo que significa la palabra laico (seguidor fiel).
No sé de quien sea la culpa pero ciertamente la gente no se siente iglesia, ni sabe que es la iglesia, creen que se trata de unos sacerdotes corruptos y un templo. Es triste, mas sin embargo, esa realidad puede cambiarse.
ResponderBorrarPrincipalmente porque no hay una co-respondencia entre pastores y pueblo. Si es en algo que cojeamos desde principios de la vida misma Iglesia. Sin embargo es algo que se puede cambiar con una conversión, hacia la identidad misma de nuestra misión: ser católico, hacia todos, eso incluye a los sacerdotes.
ResponderBorrar