Exégesis y Eiségesis

Entre tanto comentario y división que se ha dado de acuerdo a los principios que sustentan la fe cristiana de tal o cual iglesia, e incluso de la "privatización del cristianismo" por parte de algunos fieles, pastores e incluso sacerdotes, que teniendo sus más buenas intenciones de llevar a cabo la voluntad de Dios, usan a modo de escudo y de caballo de batalla la palabra de Dios, pero la pregunta es de qué manera la están instrumentalizando. De ahí el punto de hoy, de qué forma tomamos la exégesis bíblica y la reducimos a una simple eiségesis de la misma.

El riesgo de la lectura de la Biblia siempre ha sido y será dejar de lado la unidad de toda el en su conjunto, si bien es cierto hay una distancia milenaria entre el primer libro (Génesis) y el último del canon bíblico (Apocalipsis), ello no quiere decir que estén aislados y superpuestos, uno a lado de otro. La lectura de la Biblia puede ser vista desde su unidad, o como varios hacen a partir de sus propios intereses y necesidades de una forma parcelada.

¿Qué es la exégesis y la eiségesis?

En algunos textos y comentarios se ven como antagonistas de una misma película, en que la exégesis es el lado correcto del estudio bíblico y la eiségesis es la incorrección misma, cosa que en lo personal no creo así. Exégesis viene del griego ἐξηγεῖσθαι, que viene a traducirse como "guiar hacia afuera", o "sacar a reconocer", tiene que ver con el arte y la ciencia de saber qué es lo que el autor quería decir con sus palabras; digo que es arte y ciencia, porque hay que contextualizar el momento histórico y su sentir de fe, junto con las características literarias de la época en que se escribe; un ejemplo, cuando Jesús dice en el evangelio de Juan: "Yo soy el camino y la verdad y la vida" (εγω ειμι η οδος και η αληθεια και η ζωη), en griego la partícula και (y) puede resultar un problema de exégesis, por ejemplos hay textos que dicen "En copas y oro fue servido el vino para Alejandro y su ejército", no sería mejor decir "En copas de oro fue...", lo mismo ocurre en el evangelio de Juan: "Yo soy el camino de la verdad de la vida". Algo más entendible, ¿no? Las expresiones gramaticales pueden ser una excusa para entender algo que el autor nunca quiso decir, en este caso no son tres cualidades para una misma persona, sino la propiedad de estas tres en una misma unidad: Jesús, en Juan, es el camino de la verdad de la vida.

La Exégesis misma tiene que respetar el sentido de las palabras para hacérnosla entender, en cambio hoy se ha visto a la eiségesis como el ejercicio de introducir nuestras propias interpretaciones en los textos. De ahí que veamos tantos hombres y mujeres de fe que hablan ya de los signos del final de los tiempos, dando ya fechas y lugares exactos, sacando documentales explicativos, e incluso dando cronogramas de los acontecimientos con manuales de "qué hacer en caso de", y hasta mapas de cómo va a ser el reino de los cielos en la tierra (como si alguien se adelantase y comprara ya su terreno). Siendo que Jesús mismo, en reiteradas ocasiones repitió que nadie sabe ni el día ni la hora, ¿o acaso fue un lapsus de la revelación del Espíritu Santo que lo está dando justo ahora en forma parcelada?

Claro, la eiségesis por sí sola es un mal ejercicio, porque se toma atomizada la palabra de Dios, para uso e intereses personales; muchos terminan aprendiéndose la Biblia a pedazos, pero no construyen su conjunto, y por lo mismo ¿qué imagen de Dios tendrán? He visto a muchos hermanos de otras iglesias y de la católica, apostólica y romana, saberse versículos de memoria, o incluso decir que se saben la Biblia de memoria, pero no es garantía de entender en profundidad el misterio de Dios, del Dios de Jesucristo.

Ahora bien, la exégesis tiene que ir de la mano con la eiségesis, pero en un doble movimiento: la exégesis es hacia el texto, en la unidad completa de la Sagrada Escritura, en comunión con toda la tradición apostólica. Pero la eiségesis va de la mano con la actualización que hago del texto no hacia lo que estoy leyendo para reinterpretarlo, sino que hacia mi vida, mis acciones, mi historia, hay que recordar, a los ojos de la fe que Dios se ha revelado a través de su palabra, pero también a través de la creación misma, que es revelación de Dios, y a ella podemos re-leer a partir de la escritura. La lectura de la vida se hace con la óptica de la Sagrada Escritura y no al revés, ya que sería muy fácil ver a un dios demonizado antes que al Dios de Jesucristo.

Comentarios

Entradas populares

Está escrito