Cenizas
Hoy ya comencé el año escolar en el Colegio en que trabajo, y como muchos blogs católicos lo harán, reflexionarán sobre el miércoles de ceniza, especialmente por el tema de la oración, el ayuno, la penitencia, y la limosna.
Me llamó la atención que hoy en una reflexión que leyó otro colega de religión se hablara de la oración, el ayuno y la solidaridad, pero se dejaba de lado, algo que es central el día de hoy de esta celebración, la penitencia. La ceniza significa la penitencia, recoger la ceniza es recoger algo que ya se ha consumido (por la acción purificadora del fuego), son los residuos "impuros" de ese acto de purificación, que nos indican que también seguimos siendo precarios en nuestro andar y en nuestra vida. Por ello es que los antiguos se sentaban sobre las cenizas, para recordar sus impurezas, y ese deseo de sentirse puro ante el que la fuente de toda pureza, Dios; el recordatorio "acuérdate que eres polvo y al polvo volverás", no dice que somos débiles, y que somos precarios. No somos dioses, en otras palabras.
Pero también con la ceniza se producen otras cosas, la fertilidad. Se da vida a partir de la ceniza, se pule con la ceniza, se les da brillo a las cosas (mi papá me contaba que se echaba ceniza en los dientes para que quedaran más limpios). La ceniza también es renovación.
Aquí van dos de los sentidos de la penitencia, que más que pagar por las culpas es recordarnos, por medio de un símbolo, que somos precarios, nos cuesta darnos cuenta de lo limitados que somos en nuestra existencia y que no lo podemos hacer todo; y que también, a partir de nuestra precariedad, podemos resplandecer con nuevos brillos en nuestra propia existencia.
Me llamó la atención que hoy en una reflexión que leyó otro colega de religión se hablara de la oración, el ayuno y la solidaridad, pero se dejaba de lado, algo que es central el día de hoy de esta celebración, la penitencia. La ceniza significa la penitencia, recoger la ceniza es recoger algo que ya se ha consumido (por la acción purificadora del fuego), son los residuos "impuros" de ese acto de purificación, que nos indican que también seguimos siendo precarios en nuestro andar y en nuestra vida. Por ello es que los antiguos se sentaban sobre las cenizas, para recordar sus impurezas, y ese deseo de sentirse puro ante el que la fuente de toda pureza, Dios; el recordatorio "acuérdate que eres polvo y al polvo volverás", no dice que somos débiles, y que somos precarios. No somos dioses, en otras palabras.
Pero también con la ceniza se producen otras cosas, la fertilidad. Se da vida a partir de la ceniza, se pule con la ceniza, se les da brillo a las cosas (mi papá me contaba que se echaba ceniza en los dientes para que quedaran más limpios). La ceniza también es renovación.
Aquí van dos de los sentidos de la penitencia, que más que pagar por las culpas es recordarnos, por medio de un símbolo, que somos precarios, nos cuesta darnos cuenta de lo limitados que somos en nuestra existencia y que no lo podemos hacer todo; y que también, a partir de nuestra precariedad, podemos resplandecer con nuevos brillos en nuestra propia existencia.
Hola, respecto a lo que dices del sentido penitencial de la ceniza, yo pienso que nosotros como tu dices somos debiles, y que como tales, nada podemos, sino que debemos confiarnos totalmente a Dios, y así todo lo podremos en Él y por Él. Saludos.
ResponderBorrarTambien te invito a que si quieres aparecer en el directorio de blogs catolicos que he hecho.
ResponderBorrarEste es el link:
http://dirblogscatolicos.blogspot.com/
Cristián, ese colega tuyo, aparte de saltarse la penitencia a la torera...la solidaridad en cristiano y católico (lo acaba de decir el Papa) ¿no se llama CARIDAD?
ResponderBorrarSaludos Cristián solo para comentarte que ya haz sido enlazado a Directorio de Blogs Catolicos, si quieres tambien puedes colocarnos entre tus links.
ResponderBorrarSaludos que Dios te bendiga.
http://dirblogscatolicos.blogspot.com/