Sobre el derecho, el respeto y las ofensas

Volviendo al tema de las caricaturas de Mahoma, me he encontrado con un muy buen resumen preparado por Zenit.org, aquí dejo el enlace, y me ha llamado la atención poderosamente lo escalofríante que puede ser el poder de la información en nuestros días.

Días atrás hablaba sobre la religión, y de cómo la política usa de ella con un fin proselitista. Ahora con la lectura de este artículo me fui dando cuenta de cómo también la ofensa puede ser exajerada para llevarla hasta los extremos. No estoy hablando solamente del mundo occidental, sino también desde oriente, dejando de lado el centro de la ofensa y usando el nombre de Dios con fines políticos (en todas las religiones el nombre de Dios es sagrado, y no se puede ocupar en aras de una mentira).

Queda mirar en perspectiva toda esta situación, tanto en Europa, por esta situación de las viñetas, como lo que a futuro puede ocurrir en América Latina, ya no tanto a nivel político, sino que a nivel de los cristianos, en que subterráneamente, se está dando una relavitización de los contenidos de los católicos (tan solo ver La "opinión" de las mayorías en la Iglesia). Además de reduccionismos que se han dado en los contenidos de la fe de los católicos, que se han estado haciendo poco atractivos para las personas. Más temprano que tarde se ve el conflicto de homologar con los mismo derechos a "iglesias emergentes" con la Iglesia Católica, o iglesias de larga tradición; todo ello porque la experiencia cristiana no se profundiza en su "catolicidad", y se va perdiendo terreno en la militancia de la fe.

¿Qué tiene que ver esto con el tema de las viñetas? Una respuesta simple para una situación compleja, el reclamo de la libertad de expresión, hay grupos que respetan los contenidos de fe, y a los mismo católicos, pero otros grupos son muy agresivos y se sienten victimizados por lo que hace o dice la Iglesia Católica, no es raro encontrar epítetos como: "la iglesia donde no está Cristo", "La gran Babilonia", "La Iglesia del Anticristo", y otros más. Debemos mirar con más cuidado a ciertos sectores que son ofensivos, y que ante cualquier escándalo, usan ese recurso para ganar más adeptos, y no actúan de forma evangélica (siguiendo los criterios del Evangelio). Y de parte de los católicos, algo que no me canso de decir: "Profundicemos nuestra fe", compartamos, dialoguemos, preguntemos, ¡¡¡DUDEMOS!!! Una fe que no se piensa es una fe muerta.

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